JUGO

Estoy intentando
abrir la boca de mis días
habitat
de la simpleza venidera,
cuenco
de mi sangre consagrada.

Pienso en mis colegas
ellos, que me vieron nacer
y morir, nacer y morir, brotar
agotado y exprimir la esperanza
de la ácida fruta que es el desamor.

Pienso en ellos y los veo mirarme,
ellos, que me han visto sostener
un chorrito de vida
en el satírico desierto
de lo que no es inevitable
llamalo H, suerte, destino.

Ellos me vieron robar pedazos
rosas del cielo
rayos de líbido,
rogando a los pies del cemento
una gota de sentido,
una lágrima de salvia,
un plácido silencio que oblicuo
corte la distancia entre las cosas
revelando la unidad
unico dios aceptable.

Los veo mirarme con los brazos
agarrotados de fuerza danzando
en la boca de lo verde,
protegiendo mi llama de los vientos,
resignado pero persignándome,
rindiendo tributos,
entregándome a la mano ciega del mundo
para exprimir del todo el jugo de la libertad.

Lo estoy logrando;
estoy listo para despegar.